SERÁ LO QUE TÚ QUIERAS QUE SEA

- Eliminar barreras

- Inconformismo

- Más de lo que se espera

Podrían ser metas u objetivos de un propio proceso de coaching, pero en todo momento también se presentan como medios de supervivencia de Coachner. Reinterpretar el coaching para aplicarlo al día a día es uno de los pilares de nuestra filosofía. De nuestro proyecto al mundo, si se nos permite, también nosotros de vez en cuando bebemos.

Anteriormente comentamos que en momentos de flaqueza siempre recordábamos aquella primera lección de coaching en que aprendimos a encontrar la fuerza en nosotros mismos. Hablábamos de la ilusión como el motor que todo lo mueve. Ahora hablamos de cómo llegar a la gente que puede crecer a nivel personal o profesional gracias al coaching. ¿Llegar a quienes nosotros queramos? Rotundamente no.

Eliminamos barreras porque la búsqueda de nuevos modos, servicios o variantes del coaching es constante. Allá donde haya un nuevo espacio para el coaching es donde queremos estar. Por ello, el camino no lo trazamos nosotros, lo marcas tú.

Somos inconformistas porque en esta búsqueda infinita aparecen facilidades, ergonomía digital, interacción... todo para que te sea más fácil acceder a ello.

Y hablamos de dar más de lo que se espera porque el coaching tiene un nivel, un listón a partir del cual la persona crece personalmente y consigue éxito en su proceso. Pero todo lo demás, todo lo que rodea este intervalo, lo que le precede y lo que seguirá, allí también estará Coachner.

Como tu vida será lo que tú quieras que sea, nuestro proyecto también adoptará la forma que tú quieras darle. Sin limitaciones ni guiones comunes ... tú trazas el camino. Todo está en tus manos.

¿Quiénes somos? ¿Qué es Coachner? La respuesta la hallarás tú mismo, nosotros tan solo te guiamos. Porque es muy sencillo, recuerda:

Coaching es Coachner

Redactor - Roger Llorens

ORGANIZACIÓN POR OBJETIVOS

"La única diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha"

 ¿Cita o filosofía?

Hubo un día en que surgió. Primero como cita a modo de eslogan en nuestros trípticos publicitarios y pronto como lema de Coachner. Fue de forma un punto inconsciente inicialmente, pues la cita era parte de un tríptico, luego frase recurrente a la hora de explicar nuestro proyecto y, en pocas semanas, parte de nosotros.

Hasta entonces nuestras reuniones, quedadas y progresos eran espontáneos, incluso algo personales. Cada cual avanzaba, si bien por un motivo común, en su propia dirección y a su propio ritmo. Había semanas en que uno descubría nuevas ideas, las plasmaba, las explicaba... y el otro tan solo escuchaba, a veces desconcertado por el volumen de información.

¿Cómo podíamos ser dos e ir tan desacompasados?

El proyecto avanzaba dubitativo a través de las semanas. Al final nos dimos cuenta de que dedicábamos muchas horas de trabajo a unos progresos escasos, y no por falta de ganas. Algo fallaba. Pero igual que un día apareció en nuestros trípticos, aquella cita volvió a nosotros como modelo.

Tan solo era un detalle: poner objetivos. En vez de trabajar para el largo plazo dividimos nuestras tareas en pequeñas metas a corto. Todo era susceptible de convertir en reto, en pura motivación. Romper lo grande en varios pequeños y ver cada uno como un objetivo a alcanzar.

Lo curioso es que cuando terminas muchos de esos pequeños retos y los tratas de juntar te das cuenta de que aquel bloque inicialmente grande se ha hecho mucho más grande todavía, solo que ya está resuelto. Otro día más las matemáticas vuelven a fallar y, como si de un proceso de coaching fuera, encontramos la motivación en nosotros mismos.

"La única diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha"

Este es desde entonces nuestro lema, nuestra filosofía. ¿Quieres compartirla?

¿Quiénes somos? ¿Qué es Coachner? La respuesta la hallarás tú mismo, nosotros tan solo te guiamos. Porque es muy sencillo, recuerda:

Coaching es Coachner

Redactor - Roger Llorens

LA VICTORIA SOCIAL DEL "NO"

¿Estaremos yendo a contracorriente?

Más que una pregunta endógena acude a ti como algo completamente ajeno. Antes de poder pensarlo ya te acosa, y es que no son pocos los encuentros con este interrogante.

¿A contracorriente de qué?

De la sociedad en general, de sus preconcepciones y sus estereotipos. Porque ser emprendedor no es sólo un problema económico, también se aborda el aspecto social. Es como navegar en una pequeña barca construída con tus propios materiales y trabajo en un mar que ya antojabas infinito pero que a su vez discurre a través de leguas con bravo oleaje. Cuentas con la distancia por mar pero no lo haces con sus adversidades. Y como una marea violenta que va llenando de agua poco a poco tu humilde barca aparece la duda social. 

El fracaso está mal entendido, mal visto inclusive. Allá donde en otros países el fracaso es un fijo en todo currículum, aquí es una mancha objeto de debate. Es una sociedad que traba la emprendeduría y lo hace bajo la tradición del clásico inmovilismo. Una curva preestablecida en la que ser joven no es tangente con ser emprendedor y donde el uno pocas veces casa con el otro. 

No, por supuesto, abrir negocios no es cosa de jóvenes. Ni de no tan jóvenes, ni de mayores ni de muchos ni de pocos. Porque siempre se atiende al "ya te lo decía" cuando un proyecto llega a mal puerto. Y mientras navegas por ese mar lleno de peligros y lugares desconocidos, cuando más necesitas unas palabras de apoyo callas, pero a menudo tan solo escuchas el silencio. El silencio de aquellos oportunistas que cuando llegas esperan poder decirte "ya te lo decía". Y es por ello que un "bienvenido a casa" o una simple sonrisa llena más que nunca y te enorgullece poder decirles "sólo estoy de paso, mañana zarpo de nuevo". Porque esta aventura no ha hecho más que empezar.

¿Quiénes somos? ¿Qué es Coachner? La respuesta la hallarás tú mismo, nosotros tan solo te guiamos. Porque es muy sencillo, recuerda:

Coaching es Coachner

Redactor - Roger Llorens

LA BÚSQUEDA DEL MÁS CON MENOS

+ con -

En el inicio es la única filosofía posible. Sin fondos ni recursos ni ayudas debes salir al mundo en pijama, recién levantado y con la obligación de demostrar tu credibilidad más allá de tu indumentaria. Muchos se guían por aquello que ven a simple vista, otros pocos parece que te escuchan y al final contados son los que verán un proyecto de futuro.

Para todo ello es esencial hacer partícipes del proceso a quienes te rodean y quienes se cruzan, de forma intencionada o casual, en tu trayecto. Inicialmente quieres confiar más de lo que sabes que debes. Sin ser ingenuo, te lo planteas.

Pero pronto caen centros de ayuda a los emprendedores que se desvinculan pronto de tu proyecto y se ciñen a tópicos y esquemas que seguir. Cae gente que en aras de ayudarte acaba aprovechándose de tu proyecto para complementar sus sueldos con un extra a tu costa. ¡En nombre de la experiencia y el consejo!, solo faltaría, pero con un buen mordisco al pastel, que no falte tampoco.

Recoges de la calle planteamientos de avales inalcanzables como jóvenes emprendedores. También folletos que hablan irónicamente de facilidades, las cuales deberían replantearse su nombre por el de su antónimo a menudo. Y finalmente alquileres, hoy en día preciados, que con su simple mención hacen resonar un saco de monedas de fondo que se diluye y desaparece una vez explicas al propietario que no hay nadie más detrás tuyo dispuesto a pagar el desorbitado precio que piden por un despacho con apenas una mesa y una ventana. Al final queda el silencio. Tras ideas, consejos, folletos y personas tan solo queda el rastro de los obstáculos que han dejado en el camino. Un terreno que antes era liso y ahora bacheado, con paredes, muros y trampas a su paso...

... Pero hay que volver a recorrerlo. Porque creemos en el proyecto, en una estrategia de futuro y nuestro trabajo constante. Cierto que un día nos enseñaron una simple ecuación en la que menos por menos se cancelaba y convertía en más. En la vida real, lamentablemente, menos por menos es mucho menos. Tan solo queda seguir buscando el más con menos y convertir cada obstáculo en el camino en un reto a superar. Siempre con menos, pero en la búsqueda del más.

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Coaching es Coachner

Redactor - Roger Llorens

¿POR QUÉ COACHNER?

Ideas que se tornaban proyectos; proyectos que nos sacudían con sus numerosos objetivos; y objetivos que no son más que papel mojado sin una estrategia adecuada.

A cada pequeño avance había una salida, una alternativa, nuevas adversidades e interrogantes. Las ideas, el proyecto, los objetivos, la estrategia... todo discurría por una carretera lógica aunque sin asfaltar donde por más que observáramos no encontrábamos una referencia. Coachner todavía quedaba lejos.

Rotular la cabecera de nuestras ideas no era una tarea insignificante, pues de aquel nombre debía desprenderse la esencia que queríamos imprimir al proyecto. Requería síntesis, creatividad, gancho, sentimiento, sentido, fonética, tiempo, propuestas, pasos adelante, pasos atrás... requería papel y lápiz.

- Dream on

Descartado por muchos motivos, entre ellos no relacionarse con el coaching y ser demasiado vago en su concepto.

- Coach me

Descartado por ser algo violento e intrusivo. Era directo, pero en exceso.

- Mind coach

No todo se reduce a la mente, ni mucho menos.

- Co-way

Contenía el sentimiento de compartir un camino junto al coach. Además admitía el juego de palabras con el inicio "co" de coaching. Pero tampoco convencía.

- Co-go / Co-going

Queriendo retener la idea anterior llegamos a estropearla con forzados paralelismos.

Muchos más fueron los intentos fallidos por encontrar el nombre corporativo con el que identificarnos. Algunas otras ideas hubieran valido y con ellas hubiéramos llegado igualmente hasta aquí, pero a lo racional debía sumarse un sentimiento: un flechazo o puro feeling, pero eso era algo que todavía faltaba.

- Coach & Go

Nos acercábamos, pero todavía quedaba poco profesional, como si fuera algo rápido e impersonal.

- In Coach

Despegando el "ing" fonéticamente de coaching y trasladándolo al principio para cobrar sentido como "in". Debíamos estar cerca...

Y así fue como la búsqueda terminó. Con el lápiz sin mina, un papel escrito de izquierda a derecha, de arriba a abajo, en diagonal, ocupando huecos, con dibujos, con trazos sin sentido, sin espacio para más... surgió.

Éramos dos socios y compañeros que creíamos en el coaching. Donde el coach, a su vez, es un acompañante a lo largo del propio proceso de coaching. Nosotros ya éramos compañeros, queríamos ser el tuyo:

Coach & Partner

Y de su conjunción: Coachner.

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 Coaching es Coachner.

Redactor - Roger Llorens

IDEA PASADA, IDEA PRESENTE, ACCIÓN DE FUTURO

Todo parte de una idea, buena o mala, pero una idea. Y es que hasta que no se materializa nada define aquella idea como buena o mala. Son los prejuicios, miedos o vivencias, propias o ajenas, las que tiñen aquella desnuda idea.

¡Qué mayores nos creemos el día que aprendemos a vestirnos siendo pequeños, y que pequeños no vemos incapaces de vestir nuestras ideas una vez somos mayores!

Una idea, pues, no es idea hasta que no cobra vida. Y la vida la da el movimiento, el cual depende de nosotros.

Coachner un día fue una idea, una vaga y difuminada, sin soporte ni horizonte visible. Pero por primera vez, y no como otras tantas, recibió una palmada en el trasero y comenzó a llorar.

Dos socios con el coaching en mente como un servicio que ofrecer a la gente para ayudarla a mejorar en su vida familiar, laboral y personal. De una cena surgió un proyecto ilusionante capaz de llegar a muchos más hogares y personas de las que entonces imaginábamos. Se empezó entonces a proyectar el futuro de Coachner.

Proyectar como juego de palabras entre su carácter temporal futuro y su base rigurosa y profesionalizada. Un proyecto que necesitaba del propio coaching que pretendíamos ofrecer, pues muchas son las barreras iniciales a superar. La pura realidad nos golpeaba en el nombre de la inexperiencia, el miedo nos agitaba, el volumen de trabajo era abrumador y la falta de recursos exasperante. La bombilla podía apagarse en cualquier momento pero cuando tú mismo te cierras las puertas es cuando realmente estás perdido. Una primera lección de coaching aplicada como emprendedores hacía resurgir la ilusión de allá donde la hubiéramos abandonado, y a través de ella, del esfuerzo y del trabajo bien hecho empezaban a dejar huella nuestros primeros pasos.

Ilusión y hacer las cosas bien, esos fueron nuestros dos primeros conceptos a aplicar en lo que se convirtió en un proceso de coaching constante para emprendedores. 

Y nuestra última arma, para casos de emergencia, consistía en romper la ventana al muy largo plazo. A menudo, imaginarnos con el coaching asentado, consolidado, ampliando horizontes, incorporando nuevas metas, llegando a lo más alto... dibujaba en nosotros una sonrisa que no se desdibujaba hasta que no acabábamos el trabajo asignado. Resultaba al final que nuestras mejores armas dormían en nuestro interior.

Había nacido, había llorado y ahora ya, al fin, la habíamos vestido: La idea de Coachner era una realidad.

¿Quién somos? ¿Qué es Coachner? La respuesta la hallarás tú mismo, nosotros tan solo te guiamos porque es muy sencillo, recuerda:

 Coaching es Coachner.

Redactor - Roger Llorens