lunes, 18 de julio de 2011

¿TENEMOS LÍMITES?

¿Por qué la mayoría de coches alcanzan los 200 km/h cuando el límite está en 120 km/h?

Paradoja o lección, de nuestro entorno podemos aprender mucho del comportamiento humano y, por extensión, también empresarial. Estrés, ansiedad, conciliación laboral/familiar... todo ello son términos corrientes nuevamente en la vida personal y empresarial. Funcionamos sin gasolina pero con energía, sin inyectores pero con motivaciones, sin averías pero con condicionantes. Y al final el rendimiento futuro nos lo dará el mantenimiento, no sólo técnico sino moral y emocional.

El equilibrio entre querer y poder debe predominar en nuestra rutina como el coche que exige caballos pero no puede sobrepasar un límite muy por debajo de su capacidad. Las personas podemos dar el máximo, podemos llevar nuestras fuerzas al límite e incluso sobrepasarlo, pero es algo pasajero. El corto plazo puede alcanzar picos de desempeño desorbitados pero no son sostenibles y cada uno debe aprender a situar su propio límite.

Ir rápido no significa ir a gran velocidad. La rapidez impone contrapartidas, y estas aparecen en forma de errores. Errores que nos hacen retroceder, corregir y reemprender. Una pérdida de tiempo evidente, pero también un escape inútil de energía que acaba provocando aquel estrés y ansiedad del que inicialmente hablábamos. Veloz es aquella tortuga que gana a la liebre en una carrera de fondo donde desde el primer al último metro imprime una velocidad acorde a sus posibilidades y sostenible en el largo plazo.

Elige qué coche quieres ser pero ante todo aprende a equilibrar su potencia con tu control. Todos tenemos un límite.

¿Quiénes somos? ¿Qué es Coachner? La respuesta la hallarás tú mismo, nosotros tan solo te guiamos. Porque es muy sencillo, recuerda:
Coaching es Coachner

Redactor - Roger Llorens

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